Una de las primeras cosas que aprendes cuando te vas a casar (aunque no es fácil aplicarlo, sobre todo porque encarece un poco la boda) es aplicar una paleta de colores a tu boda.
Es decir, elegir dos o tres colores, o dos o tres tonos de un color y aplicarlo a todos los detalles que puedas de la boda de manera que todo gire entorno a ese color, como por ejemplo el ramo de novia, detalles de los niños, manteles o servilletas, centros de mesa, regalos para los invitados... Y todo lo que se te ocurra!!!
La verdad es que los resultados suelen ser muy bonitos.
Los colores pastel son siempre un acierto:
El color morado es uno de los más usados y lo puedes combinar con otros como verde, blanco, plateado o rosa:
Otra mezcla puede ser combinado con azul:
En amarillo:
Rojo:
Y para mí una de las mezclas más bonitas y naturales en tonos verdes y blancos:
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